viernes, 7 de mayo de 2010

EL ESPECTRO GENÉRICO - en you tube -


CAPÍTULO VIII

En los últimos años del siglo XVIII y las primeras dos décadas más o menos, del siglo XIX ocurrió uno de los fenómenos estelares más notables de la historia moderna, la conjunción de Urano y Neptuno, en Sagitario y Capricornio. Esta “hiperlunación” fue la “siembra de la semilla” en términos de los poderes vibratorios cósmicos de estos dos gigantes regentes de los dos últimos signos de la faja zodiacal.
Así como la conjunción de cualesquiera dos planetas lleva a cabo el patrón de la lunación de Sol, en conjunción con la Luna (con sus extensiones de “primer cuarto”, “trino”, “oposición”, etc.), de la misma manera sucedió con esta conjunción; durante los años del siglo XIX y hasta los primeros catorce años más o menos, de este siglo, Urano y Neptuno se movieron en relación con el “punto de conjunción” y entre sí, para formar patrones de aspectos que representaban un momento decisivo en la evolución vibratoria de la raza humana.
El patrón de “Luna Llena” de este tremendo aspecto fue representado por la oposición de Urano a Neptuno; este patrón preponderó cuando Urano había vuelto a Sagitario y Capricornio y Neptuno había ido hasta la mitad alrededor de la rueda de Géminis y Cáncer. Este crescendo de poderes vibratorios de parte de Neptuno, incluyó los últimos cuatro signos de la sucesión zodiacal (desde Sagitario hasta el final de Piscis) y los primeros cuatro signos (desde Aries hasta el final de Cáncer). El desenlace objetivado, poco después del período de la oposición exacta en los grados del medio de Capricornio-Cáncer, fue la primera Guerra Mundial - el lanzamiento brutal de energías congestionadas y
putrefactas de parte de las naciones por todo el mundo y la imaginación de una fase completamente nueva de desenvolvimiento en todos los planos.
Consideremos esta gran conjunción en términos de los patrones del signo de la casa:
El comienzo de esta conjunción ocurrió en Sagitario, signo de la novena casa abstracta, regido por Júpiter, significador de la mentalidad abstracta, ideas, conceptos, entendimiento y filosofía. Júpiter es el Principio del mejoramiento y la Expansión. En Sagitario, Urano - regente de Acuario, signo de la undécima casa - estaba en su propio signo de la undécima casa, la palabra clave de la cual es la liberación a través del Poder del Amor universal o impersonalizado. Esta posición de Urano tiene el efecto de una electrización de la conciencia humana en forma de vitalización de la necesidad humana para mayor libertad en todos los planos; hubo revoluciones como nada conocido durante épocas - por guerra real y por protesta contra el efecto de siglos de encadenamiento intelectual y espiritual por poderes temporeros; hubo una explosión de horizontes de conocimiento y de pensamiento para que las capacidades mentales y espirituales de la humanidad pudieran encontrar “nuevos pastos”. Surgieron por todos lados nuevas filosofías y formas religiosas para satisfacer la necesidad del hombre de una comprensión más amplia.
Neptuno en Sagitario estaba en su propio signo de la décima casa desde su dignidad en Piscis; había alcanzado el límite de tres cuartas partes de su propio ciclo y llegado al punto análogo a Capricornio en su relación con Aries. Este era un momento oportuno para una nueva liberación de poderes que desempeñaran los propósitos de redención; aquello que había de ser “redimido de nuevo” era el efecto de muchos siglos precedentes durante los cuales la idealidad de la humanidad se había congestionado hasta el punto de sofocación por la corrupción y la perversión de los ideales.
En Capricornio, Urano llegó a su propio signo de la duodécima casa, la última posición en el ciclo desde su dignidad en Acuario; en este signo, la influencia de Urano era para desintegrar formas anticuadas para dar paso a nuevas formaciones en todos los planos.
En Capricornio, Neptuno llegó a su propio signo de la undécima casa; una “ola” de Egos (Hermanos y Hermanas Mayores) encarnaron durante este período y se prestaron para actuar como “instrumentos” (Neptuno es el Principio de la Instrumentación) de la difusión de poderes espirituales tremendos para revivificar la conciencia espiritual de la humanidad.
Durante los años del siglo XIX ciertos Egos de desarrollo extraordinario encarnaron en “enjambres”, por decirlo así, filósofos y religiosos; músicos, artistas y escritores; científicos y matemáticos, curadores y maestros. Estas personas, cualquiera que hubiera sido su campo de actividad específico, sirvieron para acercar más a los humanos entre sí, por la tremenda esfera de su influencia. Un comienzo particularmente significativo tuvo lugar por el advenimiento - en el mundo occidental - de las ciencias, pertenecientes a la psicología y al psicoanálisis; durante este período encarnaron un puñado de mentes grandes que estaban determinadas a investigar los principios pertenecientes a la sexualidad y emotividad humanas y a la función de la mente subconsciente. Debemos a estas personas una deuda que no podemos pagar. Ellas exploraron en un campo de investigación que había sido escasamente penetrado y permanecieron fuertes y firmes contra los poderes de la cristalización, la ignorancia y el prejuicio a fin de traer a la humanidad una “nueva Luz” hacia una mayor comprensión.
En nuestro tema particular presente - el “espectro genérico” - trataremos, en simbología astrológica, sobre uno de los factores más importantes concernientes a la “naturaleza interna” de la constitución del hombre: El factor de la bipolaridad.
La “experiencia como varón” y la “experiencia como hembra” está representada abstractamente por la división de la rueda por cualquier diámetro; el archisímbolo de este patrón es, desde luego, el diámetro de Aries-Libra del Gran Mándala - la rueda abstracta o “natural” que tiene 30° de cada signo por casa, empezando con Aries como Ascendente y moviéndose en la dirección de las agujas del reloj alrededor de la rueda hasta Piscis en la duodécima casa. La cúspide de Aries es el “YO SOY” de la conciencia humana; es la proyección de todas las potencialidades desde el centro de la rueda a la circunferencia - el “punto de encarnación” o la “objetivación en el plano físico”. Todos los radios de la rueda son simplemente emanaciones de esta línea del Ascendente ya que sólo hay un radio para cualquier círculo.
El horóscopo en su totalidad es el compuesto de toda la conciencia del individuo y esto significa el compuesto de todas las potencialidades masculinas y femeninas. La relación es “interna”; no es, esencialmente, “externa al individuo”. Esto se puede probar fácilmente por la consideración del hecho que cuando usted altera su reacción a otra persona, usted cambia su relación con ella. El aspecto externo de la relación es su representación en espacio-tiempo en el plano físico, el reflejo de estados internos por sus expresiones en la forma. La “masculinidad” y la “feminidad” de los seres humanos sirven para enfocar cualidades genéricas, en la expresión y por reflejo. Ciertos patrones de experiencia en la vida física real son peculiares al varón, otros son peculiares a la hembra; cada uno a su manera, es un cuadro de karma, puesto que nosotros encarnamos por ley, en las dimensiones del espacio-tiempo y las expresiones físicas del género: el sexo.
Puesto que nuestra bipolaridad esencial no se ha realizado aún plenamente, la Naturaleza hace posible por medio de la facultad de la reacción emocional, el reconocimiento de nuestros estados genéricos latentes. Este reconocimiento se halla en nuestras relaciones con otras personas y nosotros las identificamos - aparentemente fuera de nosotros - por el estímulo de nuestro ser vibratorio que ellas efectúan. Debido a que la cualidad de nuestros patrones de relación reside en nuestra conciencia, ahora reconocemos - cuando nuestro punto de vista está lo suficientemente separado - que cada ser humano es su propio padre-madre, marido-esposa, hermano-hermana e hijo-hija. Nuestro ser genérico sirve para identificar a otros seres humanos como factores en uno o más de estos patrones básicos de relación - y sus muchas variaciones - de acuerdo con nuestros patrones genéricos y nuestros niveles de conciencia congestionados o regenerados. No tenemos enemigos; nosotros mismos somos el origen de lo que interpretamos como “enemistad”. La
regeneración de nuestra facultad de reacción emocional mejora la cualidad de nuestro ser vibratorio y así mismo mejora nuestra conciencia de relación con otras personas. Esa es la única forma en que podemos “derrotar a nuestros enemigos” y redimir karma de reacción.
En consideración a esta materia se sugiere que cada estudiante procure un poco de “ajuste interno”: Deje de pensar sobre usted como “varón” o como “hembra”; piense sobre usted mismo - y esto puede requerir gran flexibilidad - como un compuesto de masculino y femenino. Reconozca que usted como expresión individual de la idea “humanidad”, contiene en su ser vibratorio todo lo que se da a entender por las palabras “hombre” y “mujer”. Usted se está especializando simplemente como varón o como hembra en esta encarnación; usted puede haber sido lo opuesto en la encarnación previa o podrá ser lo opuesto en la próxima. Si usted es varón, sus patrones femeninos serán objetivados mayormente por reflexión en las “mujeres de su vida” y lo contrario es cierto en el caso de las hembras. Pero - esto es muy importante - la bipolaridad de nuestro ser está llegando a una manifestación más clara a medida que evolucionamos a través del ejercicio de nuestras potencialidades de Poder de Amor y Poder de Sabiduría, uno de los fenómenos extraordinarios resultante de la conjunción y oposición de Urano-Neptuno durante el último siglo y medio. El estudio de las relaciones humanas ya no está tan centralizado en las diferencias entre los sexos como lo está en las semejanzas de hombre y mujer como mecanismos bipolares. Estamos llegando a la comprensión que “sexo opuesto” significa realmente, cualidad genérica latente” que es “encendida” por el contacto con personas cuyo ser vibratorio complementa el nuestro en algún grado o patrón.
El astrólogo funciona o debe funcionar en el cumplimiento de su servicio como conciencia bipolar. Para comprender los problemas del cliente, él debe hacer uso del recuerdo de sus experiencias como varón y como hembra para percibir las causas vibratorias de los problemas y potencialidades del cliente. El astrólogo no es neutral en este funcionamiento, él está combinando los elementos vibratorios de su cliente como un rayo de Luz enfocado en la blancura para iluminar la conciencia del cliente hacia una conciencia más clara del origen de los problemas y sus correctivos inherentes. “Masculinidad”, y “feminidad” no son palabras de oprobio cuando son aplicadas a hembras y a varones respectivamente. Son palabras que se refieren a la expresión doble de nuestro ser vibratorio, que, en último análisis, es la expresión de vida básica de nuestra naturaleza interna. Causa (masculino) y Efecto (femenino) puede decirse que designan la expresión de la Vida – polaridad - del Cosmos.
El astrólogo consultor que no funciona conscientemente de su realidad bipolar, no hace justicia a su trabajo como analista de la relación y los problemas sexuales. El debe estar capacitado para percibir la masculinidad-feminidad combinada de cualquier individuo cuyo mapa fuere estudiado para ayudarlo a reconocer con mayor claridad la fuente interna de los problemas de relación. El varón que no conoce o reconoce su propia feminidad no va a percibir la “parte de mujer” del sujeto cuyo mapa interpreta. Verdaderamente nuestro “hermano humano” es el elemento masculino de la naturaleza humana; nuestra “hermana” es el elemento femenino, no importa la envoltura física que lleve puesta. Cada astrólogo debe aplicar sus poderes analíticos hacia un entendimiento más claro de sus propias relaciones personales y ver con el Ojo de la Luz Blanca como él afecta y es afectado por cada persona con la cual existe una asociación íntima. Es necesario analizar el mapa desde el punto de vista genérico para determinar la masculinidad-feminidad relativa que es representada. Ahora ofrecemos, cómo materia para pensar, un análisis genérico de los doce signos.
Use una copia del Gran Mándala sin los símbolos planetarios solamente los símbolos de los signos fuera de la rueda. Observe que cada uno de los primeros cuatro signos - Aries, Tauro, Géminis y Cáncer - representa uno de los elementos genéricos: fuego, tierra, aire y agua, respectivamente; dos de éstos, Aries y Cáncer, son “puntos estructurales” cardinales.
Puesto que el ritmo es el arquetipo del movimiento (en el tiempo-espacio), reconocemos que el progreso alrededor de la rueda, a través de los doce signos, es una progresión rítmica; el ritmo básico más simple es lo que llamamos ritmo de “dos por cuatro”, dos compases, cada uno de los cuales tiene un tiempo hacia abajo y uno hacia arriba. El tiempo hacia abajo es la “iniciación” masculina del “compás” el tiempo hacia arriba es la liberación - o complementación femenina - del tiempo hacia abajo.
En este sector de cuatro signos vemos dos mitades de los dos “tiempos” rítmicos completos; el “primer compás” es Aries-Tauro, el tiempo hacia abajo es Aries, el tiempo hacia arriba es Tauro; el “segundo compás” es Géminis-Cáncer, Géminis es el tiempo hacia abajo y Cáncer, el tiempo hacia arriba. Cada “compás” tiene por lo tanto su cualidad genérica doble y el sector cuádruple tiene su cualidad genérica doble en su división de dos compases completos. Aries-Tauro es por consiguiente el tiempo masculino hacia abajo del sector; Géminis-Cáncer es el tiempo femenino hacia arriba o complementación; Aries y Géminis son los tiempos masculinos hacia abajo de cada uno de los dos compases; Tauro- Cáncer son los tiempos femeninos hacia arriba de cada uno de los dos compases.
La realización ideal de la naturaleza vibratoria de la humanidad se halla en la espiritualización de todas las cualidades genéricas: El “Gran Hombre” es la perfección del compuesto masculinidad-feminidad. Así vemos ahora, de que modo es representada esta espiritualización en astrología: La circunferencia de la rueda es los segundos, minutos y grados de la sucesión de doce signos. Hay cuatro grupos de trinos, cada uno representando los aspectos del Poder-Amor-Sabiduría de uno de los elementos. Cada elemento cubre la rueda en tres octavas y cada uno es una especialización de cualidad genérica. Los trinos son iniciados por los cuatro signos cardinales, cada uno de los cuales es una manifestación genérica básica de “Yo Soy” y cada uno representa uno de los puntos estructurales en el patrón total de la relación humana: El varón como esposo y padre; la hembra como complemento, esposa y madre.
Enumere los signos alrededor de la rueda de la siguiente forma: Aries - 1, Leo - 2, Sagitario - 3, Capricornio - 4, Tauro - 5, Virgo - 6, Libra - 7, Acuario - 8, Géminis - 9, Cáncer - 10, Escorpión - 11, y Piscis - 12. Coloque la punta de su lápiz en Aries y muévase a través del zodíaco de esta manera: De Aries a Leo a Sagitario a Aries a Capricornio; de Capricornio a Tauro a Virgo a Capricornio a Libra; de Libra a Acuario a Géminis a Libra a Cáncer; de Cáncer a Escorpión a Piscis a Aries. Esta “excursión” del zodíaco comienza con el más masculino de los signos machos y termina con el más femenino de los signos hembras; cada signo cardinal es el más masculino de su elemento, cada signo mudable es el más femenino y ajustable. Aries (dignidad de Marte) se une al elemento de tierra en Capricornio (exaltación de Marte); Capricornio (dignidad de Saturno) se une al elemento de aire en Libra (exaltación de Saturno); Libra se une al elemento de agua en Cáncer (dignidad de la Luna) como iniciador del trino de agua, cuya tercera octava en Piscis, exaltación de Venus, que es el regente de Libra; la Luna, regente de Cáncer, está exaltada en Tauro, dignidad de tierra de Venus y la octava segunda o de poder amoroso de la trinidad de tierra iniciada por el complemento de la Luna, Saturno, regente de Capricornio. Piscis, exaltación de Venus, está regido por Neptuno y representa la idealidad. La exaltación de Venus en este signo hiperfemenino simboliza la reflexión perfecta de lo mejor en la conciencia humana; la “renunciación” implica por la vibración de Piscis es la de abandonar las reacciones de sentimiento negativo, sin regenerar, a favor de la percepción del ideal inherente, que es la bondad, la verdad y la belleza.
Ahora tenemos el zodíaco completo “delineado” por la cualidad genérica; la faja completa de doce signos representa por la división trina el poder curativo del ritmo de tres por cuatro, cada elemento representando de ese modo una nota clave espiritualizada en la cual la música de la conciencia humana puede tocarse. Cada signo por división triple de decanatos, combina su elemento. Ahora usted puede hacer una lista de sus propias posiciones planetarias por cualidad genérica, sintetizarlas con su Ascendente y su regente y evaluar su lista por comparación con el género de los planetas. Sugerimos a Marte, el Sol, Júpiter, Saturno (símbolo del padre) y Urano como planetas masculinos; la Luna, Venus, Plutón (regente de Escorpión, la “matriz” del poder de deseo comprimido) y Neptuno como planetas femeninos. Mercurio, el intelecto, es Neutral, o más bien andrógino; Mercurio en su regencia de Virgo (signo macho) es masculino; como regente de Géminis, es femenino.
Este planeta se adapta al signo en que está colocado y da más énfasis a la cualidad genérica representada por el signo.
Aplique esta lista a otros mapas además del suyo. Aprenda a justipreciar los valores genéricos de mapas para el análisis práctico de problemas de relación. Préstele atención particular a todos los planetas que estén dignificados por ubicación de signo; un planeta en dignidad es una ubicación vibratoria como la de la “primera casa”, un “comienzo” de un nuevo ciclo de patrones de aspecto que ha de formarse por ese planeta en encarnaciones futuras. Préstele atención cuidadosa además a los “regentes estructurales”: Martes, la Luna, Venus y Saturno como regentes respectivos de los signos (estructurales) cardinales; también a los planetas ubicados en los signos cardinales, porque éstos serán dispositados por los regentes estructurales. Si usted lo desea, podría ser útil hacer una lista de los planetas de un mapa particular por su “calidad de macho y su calidad de hembra” (fuegotierra, aire-agua) así como también por la “masculinidad y feminidad” (fuego-aire, tierraagua).
Compruebe el elemento - o agrupación - (esto es muy importante) que contiene la mayor parte de planetas “descongestionados” o cualquier mapa descongestionado. En este factor, vemos un registro de espiritualización definitiva de cualidad genérica, una significación importante de libertad interna. También el planeta estructural (Marte, la Luna, Venus y Saturno) que esté más congestionado y más regenerado. Estudio estos dos planetas no sólo por sus patrones de aspecto, sino también en términos de la congestión y regeneración del planeta que lo disposita. Debemos conocer la cualidad genérica que cada planeta está enfocando y esta cualidad del “dispositor” nos da esa clave.

del libro " Estudios de Astrología VIII ", de Elman Bacher

en you tube, aqui
https://www.youtube.com/watch?v=eO9mRmPmbfY&feature=youtu.be

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